He leído un artículo de Carlos Arroyo sobre "la doble imagen de los profesores" donde se compara la imagen que tiene un profesor sobre su trabajo y la imagen que en muchas ocasiones se tiene "desde fuera" sobre el trabajo del profesor.
En el listado incluye en primer término (en color azul) el autoconcepto de la mayoría de los profesores. En segundo (en color rojo), la imagen que muchas veces se tiene desde fuera.
Soy un profesional de alta formación. / Es un profesional de formación mediana.
Me preocupo de saber mucho más de lo que necesito para transmitir y generar conocimiento. / Le basta con saber lo que va a transmitir (más o menos, dominar su libro).
Además de conocimiento, necesito dotes didácticas, y habilidad y paciencia para manejar grupos, que, además, actualmente son excesivos. / Suelta sus explicaciones y no se esfuerza en ayudar a quienes más lo necesitan.
No me dan recursos básicos para hacer bien mi trabajo. / Siempre se están quejando, pero, cuando les dan ordenadores, ni los usan.
Me piden que aplique nuevas tecnologías, pero la Administración ni me las da ni me facilita que aprenda a utilizarlas. / Están desfasados: los chicos saben mucho más que ellos de tecnología.
Gasto mucha energía en algo que debería ser ajeno a mi trabajo: controlar, disciplinar y bregar con muchos alumnos desinteresados. / Fracasa en enseñar a los chicos sentido de la disciplina y responsabilidad.
Mi trabajo es duro y muy estresante. / Solo trabaja veintitantas horas semanales y unos nueve meses al año
Hago por los estudiantes más de lo que muchos se merecen. / No se entrega lo suficiente con los alumnos con dificultades (y, en particular, con mi hijo).
Muchos alumnos y sus padres no me aprecian ni me respetan como merezco. / Es un profesional que no se hace respetar y no tiene en cuenta a las familias.
Muchas familias se entrometen en mi trabajo sin tener ni idea y casi nunca me apoyan. / Es susceptible y reacio a todo lo que venga de nosotros: parece que siempre molestamos.
Muchas familias depositan en mí responsabilidades suyas. / Se resiste a educar en conjunto, y solo quiere enseñar su materia, que es lo más cómodo.
Muchos padres me creen a mí menos que a sus hijos. / No sé qué tiene contra mi hijo, con lo buen chico que es cuando se le sabe llevar.
La sociedad solo me exige, pero no me otorga prestigio. / Su profesión es necesaria; pero, si quieren prestigio, que se lo ganen.
Mi retribución es insuficiente para mis responsabilidades. / Su retribución es más o menos razonable teniendo en cuenta las vacaciones que tienen. En muchos países ganan mucho menos.
En muchas ocasiones tenemos como referente el sistema educativo de Finlandia, pues bien, en ese país el trabajo del profesor no se cuestiona y "no existe" la lista de color rojo de este artículo.
¿Pasa lo mismo aquí?
Artículo completo:
http://blogs.elpais.com/ayuda-al-estudiante/2013/04/la-doble-imagen-de-los-profesores.html
Juan Enciso Pizarro
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