Este fin de semana estuve comiendo con unos amigos. En la sobremesa estuvimos hablando sobre el mundo de la enseñanza.
Mis amigos tienen un hijo al que le han diagnosticado TDAH (trastorno de aprendizaje) y toma un tratamiento para aumentar el poder de concentración y rendimiento académico.
Me comentaban como a raíz de que empezara a tomar el tratamiento ha cambiado la vida de la familia (para bien) y la autoestima del niño que ve como con menos horas de dedicación obtiene mejores resultados.
Al final en nuestra charla acabamos dándole la razón a un viejo conocido de este blog, Ken Robinson, al que pudimos ver en uno de los primeros artículos ¿una escuela anacrónica? y posteriormente en el artículo ¿te aburrías en la escuela? donde Eduard Punset le hizo una entrevista muy interesante.
Le dimos la razón a Ken Robinson ya que creemos si "se cambiara el paradigma de la escuela" no haría falta tener que recurrir a la medicación en muchos casos de trastornos de aprendizaje (TDAH).
Os invito a ver esta historia que os va a hacer reflexionar:
Cada vez hay más alumnos con este transtorno.
¿Solución?
Juan Enciso Pizarro
Educador y profesor de Física
Totalmente de acuerdo. Yo trato con dos chicos, uno de ellos disléxico y el otro con TDAH y los grandes avances en este ámbito les han facilitado la vida muchísimo. El problema es el planteado, somos códigos de barras etiquetados con "notas" que NUNCA son ni serán el mejor método de evaluación, sin embaro hoy por hoy es el menos malo. Hasta que no llegue el momento en que cambiemos como sociedad ese paradigma no podremos evolucionar en este aspecto.
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