Gente gris

Esta tarde he estado tomando café con uno de mis mejores amigos y hemos estado hablando sobre "la gente gris" que nos rodea en la vida.

En artículos anteriores del blog os he hablado de la importancia de la educación emocional en los tiempos que vivimos.

Saber controlar nuestra emociones es fundamental para poder encontrar el equilibrio necesario en la vida. Lo que ocurre es que el equilibrio emocional no te garantiza la felicidad, solamente te asegura tener una vida monótona, más o menos tranquila, pero a veces triste. A las personas que viven así  las llamo "las personas grises".

Evidentemente a veces puede ser mejor ser una persona gris que vivir en una montaña rusa emocional con grandes subidas y bajadas.

Pero entre un extremo y el otro está "la persona optimista", que es esa persona que te hace reir, que te hace estar bien cuando estás con ella.

En la vida cotidiana, con la familia, con los amigos, con los compañeros de trabajo siempre te encuentras con gente gris (siempre están serios, trabajando, tristes, y casi no ríen) y también te encuentras con gente "optimista", gente que pase lo que pase siempre está con una sonrisa, gente que ríe.

Es curioso ver como en todos los ámbitos la gente gris siempre acaba relacionándose con la gente gris y la gente optimista con la gente optimista.

En el mundo de la enseñanza  también ocurre esto y tenemos el profesor gris y el profesor optimista.

El profesor gris transmite tristeza, autoridad y es ese profesor que cuando pasan los años queda en el olvido del alumno.

El profesor optimista, agradable, simpático transmite ilusión, optimismo y consigue que sus alumnos aprendan más y mejor.

Si te consideras una persona triste, gris,  te recomiento que veas este video de Emilio Duró sobre el coeficiente de optimismo, vale la pena. Todavía puedes cambiar.

Si no te consideras una persona gris te recomiendo que te alejes de ellas y  que sigas con tu optimismo pase lo que pase.

Debes reir todo lo que puedas.

Juan Enciso Pizarro