Café para todos

En pedagogía hay diferentes líneas de actuación y cada país elige la suya.

Por ejemplo, en Francia,  predomina una pedagogía igualitaria (muy en la línea de la revolución francesa). Los alumnos siguen el mismo programa y hasta el mismo orden de contenidos en cada materia. Así el primer ministro francés  presume de saber cualquier día del año a cualquier hora lo que están estudiando sus jóvenes en clase.

En el extremo contrario tenemos la pedagogía inglesa que marca unos mínimos y da la autonomía suficiente a los centros educativos para que  elijan la forma de llegar a ellos.

En España tenemos una mezcla. Se marcan los mínimos en cada nivel educativo,  y también se dicen los contenidos a impartir. Se da autonomía de centro para elegir el orden de los contenidos y la metodología de enseñanza que se aplica.

Esta semana ha salido un nueva una orden normativa en Catalunya. La Consellera de Educación ha decidido que los alumnos de 2º de la ESO (14 años) y los alumnos de 4º de la ESO (16 años) que hacían 3 horas a la semana deben pasar a hacer 4 horas a la semana de Matemáticas, a cambio de dejar de cursar una hora de materias optativas y una hora de proyecto de investigación.

El motivo de este cambio según la Consellera de Educación es que en las diferentes pruebas de competencias básicas que se han hecho a los alumnos de la Educación Secundaria de Catalunya se observa que el nivel de Matemáticas de los alumnos es muy bajo. Por este motivo hay que hacer más horas de matemáticas.

Esta medida plantea unas preguntas para la reflexión:

¿Realmente van mal en matemáticas todos los alumnos de todas las escuelas?

¿Es necesario quitar horas de materias optativas donde realmente se puede atender a la diversidad y agrupar a los alumnos por niveles para que puedan mejorar en Matemáticas precisamente?

¿Se debe quitar la hora de proyecto de investigación con lo importante que es esta materia para formar en competencias?

Para responder a estas preguntas no se ha tenido en cuenta nuestra opinión, la de los profesores, ni la de usted que lee este blog.

En enseñanza no funciona el "café para todos".

Hay que atender y cuidar mucho la diversidad. Esta es la mejor receta.

Juan Enciso Pizarro